Siempre que sale el tema de los “jóvenes” en cualquier círculo, me esfuerzo por defender nuestros intereses. Aunque, bien es cierto que, aunque yo he estudiado y trabajado al mismo tiempo, y conozco a gente que también lo ha hecho, existen casos de amigos que no hacen ni una cosa ni la otra. O lo que es hasta incluso peor, jóvenes que estudian pero que carecen de motivación y de expectativas en la vida. Ahí creo que está el fallo.
Para conseguir un empleo, ya sea en comunicación o en cualquier otro sector, es muy importante la actitud hacia el trabajo. Quizá, hemos vivido engañados en la bonanza económica y caímos en el error de creer que por estudiar una carrera nuestro futuro estaría asegurado. No es el caso. Entonces, ¿qué debemos hacer?
En mi opinión, existen varios aspectos necesarios para la ardua tarea de buscar empleo:
- Tolerancia a la frustración. Si empezamos a echar currículos y creemos que en un mes estaremos trabajando, cuidado. Quizá la decepción no nos deje continuar.
- Facilidad para adaptarse al cambio. El mundo de la comunicación es muy extenso, si limitamos nuestras oportunidades a un trabajo muy concreto, por ejemplo, una agencia de publicidad, es posible que nos sea más difícil recoger frutos.
- Proactividad. Aunque parezca evidente, no lo es. Debemos anticiparnos a las oportunidades de negocio que surgen, pudiendo hacerles frente a través del autoempleo o con recursos imaginativos.
- Tener un hobby. Siempre ayuda. La gente nos ve más instruidos y nos sirve para canalizar nuestra energía.
- Y sobre todo, ganas de trabajar. Al carecer de experiencia hay que ser más flexible y debemos empezar en el mundo laboral por donde podamos.
Puede que esta guía resulte evidente, pero ha sido, en mi humilde opinión, la que me ha permitido que actualmente yo esté trabajando. Y no domino todos estos conceptos, pero lo que sí puedo decir es que mi punto fuerte es, sin duda, las ganas de trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario